clasificarse en: Reseña descriptiva y reseña crítica - valorativa.
A continuación, presento una reseña crítica que elaboré a partir de la lectura del libro El hombre que quería escribir una carta, del escritor colombiano Evelio Rosero Diago.
Rosero Diago,
Evelio José. (2002). El hombre que quería escribir una carta. Bogotá: Editorial
Norma. 54 páginas.
Evelio Rosero (1958), es un
escritor bogotano, también periodista, quien por sus buenas producciones
literarias ha sido merecedor de varios premios desde 1979 hasta la fecha, como Premio Nacional de Cuento Gobernación del Quindío 1979 por Ausentes,
Premio Tusquets de novela 2006 por
Los ejércitos, y otros reconocimientos más, que le hacen digno de un
escritor sobresaliente, no por la fama, porque no la tiene ni le gusta, sino
por ese mérito de ser reconocido por su buen estilo literario.
Rosero Diago narra la
historia de un hombre, el cual quería escribir una carta. Este hombre tenía
unas cualidades propias que lo caracterizaban entre otras personas; meticuloso,
de buenas costumbres y puntual. De pronto ese hombre que era empleado en una
empresa, una noche descubre la necesidad de escribir una carta, pero no sabía a
quién escribírsela, ni qué escribir en esa carta. Entonces se le ocurrió
proponerle a su jefe si le permitía ser el destinatario de su carta especial,
pero su jefe no aceptó. Después le realizó ésta misma propuesta a una mesera,
pero de igual manera la respuesta fue negativa, ya que la mujer no sabía leer.
Esa idea de escribir una
carta lo llevó a realizar diferentes acciones que se veían extrañas ante los
ojos de los demás; como no regresar a la oficina después del almuerzo, y
quedarse caminando por las calles, bajo la lluvia. Fue en esa ocasión cuando de
repente se encontró con un circo perdido; Frankenstein, tres payasos, un león, tres
brujas, y una muchacha en una bicicleta, con la que se estrelló debido a la
poca visibilidad que generaba la lluvia. Debido al hecho de no regresar a la
oficina y quedarse en la calle dando mal aspecto del lugar donde trabajaba,
recibió su primera carta; en la que el jefe le manifestaba que estaba despedido
de su empleo.
El escritor presenta una
visión de cierta manera desconocida hacia los personajes, por lo que siempre el
lector mantendrá a la expectativa por conocer cuál será la acción que cada uno
de ellos terminará por realizar; “el hombre saltó a un lado, para evitar el
choque inminente, con la rara suerte de que quien manejaba se echó al mismo
lado” (p. 15), “leyó el nombre de la muchacha y supo que ése era el nombre que
había soñado, ¿cómo fue que no lo recordó? (p. 28). Además, la trama de la obra
se desarrolla de manera lineal, permitiéndole al lector seguir el hilo
conductor que le conllevará plácidamente a descubrir cuál será el desenlace; “a
la mañana siguiente lo despertó el pito del cartero, sonando con fuerza a la
puerta…” (p. 17).
Encuentro que, Rosero Diago
deja asomar dentro de su obra algunos temas importantes que se pueden
considerar como flagelos que azotan a una sociedad perteneciente a la cultura
literaria; primero, la poca existencia de destinatarios para las obras que los
autores desean escribir, segundo, la falta de adquirir la lectura como un
hábito propio de una sociedad en vía de desarrollo y por último, las personas
que desean escribir se encuentran de frente a una gran barrera, como lo son;
qué escribir y para quién hacerlo.
Pienso que El hombre que quería escribir una carta, es
una novela que está tan llena de aportes a la formación como maestros de Lic. Humanidades
y Lengua Castellana, que todo estudiante de este programa debería leerla y
comprenderla. Personalmente, la experiencia de ésta lectura fue muy
enriquecedora, pues creó en mí la necesidad de reflexionar y retomar nuevas
acciones que me conlleven a resultados fructíferos en mi vida profesional.